Activista Pro-Palestino Fractura la Espalda a una Policía con un Martillo: El Bodycam que Ha Dividido a Reino Unido

El 28 de mayo de 2024, a las 5:47 de la mañana, la fábrica de Elbit Systems en Leicester amaneció invadida. Un grupo de nueve activistas de Palestine Action forzó la entrada, rompió ventanas, roció pintura roja y comenzó a destrozar maquinaria valorada en cientos de miles de libras. Lo que parecía una acción más de “desarme civil” se convirtió en uno de los incidentes más graves contra la policía británica en años cuando Samuel Corner, de 31 años, decidió que la sargento Kate Evan era un objetivo válido y le descargó un martillo de demolición directamente en la columna.

 

El bodycam de la propia Evan es tan crudo que la policía de Leicestershire tardó semanas en decidir si publicarlo o no. Finalmente lo hicieron, sin cortes y con subtítulos, y el resultado es devastador:

  • 0:00 – Los activistas gritan “¡Free Palestine!” mientras rompen cerraduras.
  • 0:12 – Evan y dos compañeros entran al pasillo: “¡Policía, suelten las herramientas ahora!”
  • 0:19 – Corner levanta el martillo de 3 kg y lo balancea con las dos manos.
  • 0:28 – El golpe impacta justo entre las escápulas de Evan. Se escucha un crujido seco y la agente cae de rodillas gritando.
  • 0:35 – Sus compañeros disparan el taser dos veces; Corner cae retorciéndose y aún intenta golpear desde el suelo.
  • 1:15 – Evan, entre sollozos, dice: “No puedo sentir las piernas… creo que me ha roto la espalda”.

El diagnóstico: fractura de L2 y L3, daño en la médula espinal y meses de rehabilitación. La sargento, madre de dos niños pequeños, declaró después: “Entré a trabajar pensando que sería una mañana normal. Salí en helicóptero”.

Samuel Corner, Dominic McKenzie y Roman Paluch-Machnik fueron detenidos en el acto. Corner enfrenta cargos de asalto con intención de causar daño corporal grave (GBH with intent), que en Reino Unido puede significar cadena perpetua si se considera intento de asesinato. Los otros dos están acusados de conspiración y daños criminales. Palestine Action subió su propio vídeo esa misma mañana celebrando la acción y llamando a Corner “héroe”. Horas después, cuando el bodycam policial se hizo público, borraron el tuit y lo sustituyeron por uno que decía “la policía miente”.

El caso ha abierto una grieta enorme. Por un lado, grupos como Amnesty International y Jewish Voice for Labour piden la clausura de Elbit UK por su papel en Gaza. Por otro, sindicatos policiales y el gobierno conservador de entonces lo calificaron de “intento de asesinato terrorista”. El actual gobierno laborista de Keir Starmer ha prometido revisar las leyes de protesta tras este y otros incidentes similares (bloqueos de fábricas, pintadas en ministerios, ataques a convoyes de armas).

Elbit Systems, por su parte, reforzó la seguridad y anunció que trasladará parte de la producción a otro país si las protestas continúan. La planta de Leicester fabrica componentes para los drones Hermes que Israel usa en Gaza, lo que la convierte en objetivo número uno de los activistas desde octubre de 2023.

Hoy, nueve meses después, Kate Evan aún camina con bastón y sufre dolores crónicos. Corner sigue en prisión preventiva a la espera de juicio en 2026. El bodycam ya supera los 12 millones de reproducciones y se usa tanto en cursos de formación policial como en charlas de activistas que ahora debaten internamente si la “acción directa” incluye la violencia física contra agentes.

El vídeo no deja indiferente a nadie. Unos ven a un activista desesperado por parar lo que consideran un genocidio; otros, a un hombre que casi mata a una madre de familia por ideología. Lo único que nadie discute es la imagen final: una policía rota en el suelo y un martillo manchado de sangre.

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